Tipos de crecimiento organizacional

Autor: María Alejandra Díez
Oficina de Comunicaciones
Fecha de publicación: 15/10/2021

Dentro de los ideales generales en nuestra sociedad entendemos que entre más arriba ascendamos en nuestras organizaciones, mayor es nuestra responsabilidad y por supuesto nuestro éxito laboral, sin embargo, existen teorías administrativas que parecieran una crítica a la constante de ascensos verticales que la mayoría de colaboradores anhela, se trata del principio de Peter, esta basa su argumento en pensar que se asciende hasta que nuestra competencia comienza su declive.

De manera visual, es claro que un movimiento vertical limita las posibilidades de crecimiento a un pequeño número de posiciones, lo que vuelve más competitiva la consecución de dichos roles, haciendo que la mayoría apunte sus esfuerzos en llegar ahí, ignorando que los quehaceres diarios de los altos mandos no responden a las capacidades y aptitudes de todos los individuos, tomemos un ejemplo del principio de Peter para entender esto:

“Un vendedor disfruta su trabajo y realiza un elevado número de ventas. Debido a su alto desempeño, enseguida es ascendido a jefe de ventas, tarea que también desempeña con éxito y que le lleva finalmente a convertirse en director comercial. Llegado a este punto, este trabajador no se muestra tan competente como en los anteriores cargos, pues debe tomar decisiones en vez de vender, que es lo que realmente hace bien y le gusta”

Como consecuencia de la verticalidad, "las personas dejan de ser responsables de sus carreras profesionales, por mucho que ellas sepan mejor que nadie qué es lo que pueden y quieren hacer con sus vidas" según Ignacio Álvarez de Mon, profesor de comportamiento organizacional del Instituto de Empresa de Madrid. Por dicha razón muchos expertos han propuesto y sugieren una nueva forma de promoción organizacional: el crecimiento horizontal.

¿Cómo puede ser un crecimiento si no se llega más alto? El crecimiento horizontal consiste en realizar funciones de mayor responsabilidad, pero relacionadas con las aptitudes y las motivaciones del trabajador promovido, incluyendo también incrementos de sueldo. Este cambio se puede dar en diferentes áreas de la organización lo que aporta un crecimiento profesional al individuo ya que amplía su campo de conocimiento.

Según los expertos un resultado de diversas promociones horizontales suele desencadenar en un positivo ascenso vertical ya que el colaborador, ha adquirido no solo experiencia y conocimiento sino también un mayor criterio para saber en qué áreas su desempeño es mayor. Por su parte las organizaciones, podrán probar en diferentes roles el talento con el que cuenta y ayudarlo a desarrollarse en aquello que realiza excepcionalmente bien, fomentando el bienestar dentro de la empresa.

El crecimiento horizontal, adicionalmente aporta a la retención de talento en las organizaciones ya que las personas pueden experimentar diferentes desafíos, lo que representa una disminución en los costos de atracción de nuevo talento e inducción, ya que la persona promovida cuenta con amplio conocimiento de la organización y conoce cómo funcionan otros procesos dentro de la misma.