¿Cómo aumentar tu capacidad de adaptación?
octubre 7, 2022La importancia de apostarle al crecimiento de nuestros colaboradores
enero 11, 2023Autor: María Alejandra Díez
Equipo Comunicaciones
Fecha de publicación: 10/11/22
Si como líder, alguna vez has sentido que tienes mucho que hacer, pero sientes temor en delegar, y al hacerlo revisas constantemente lo que tu equipo hace, quiere decir que estás realizando microgestión. Esto se da porque intentas controlar y supervisar personalmente todo lo que sucede, además de cómo y cuándo se debe realizar el trabajo, con el objetivo de lograr la perfección en todas las etapas del proceso.
¿Por qué puedes estar cayendo en la microgestión?
Perfeccionismo: las personas perfeccionistas tienen estándares muy altos y suelen desear que las actividades se desarrollen de una manera puntual. No suelen tolerar los errores, por lo que les resulta muy difícil delegar, ya que puede implicar que se cometan algunos errores.
Falta de experiencia en roles de liderazgo: cuando los colaboradores son promovidos sin la capacitación y el apoyo adecuados, es posible que quieran seguir involucrados en las tareas con las que se sienten más cómodos. Puede ser difícil dejar de lado las responsabilidades anteriores para centrarse en la estrategia general.
En contraste a la microgestión se encuentra la macrogestión, en donde los líderes centran su atención en los resultados generales, sin profundizar en los detalles de cómo se realiza el trabajo. Motivando a sus equipos a participar en cada paso del proceso, delegando y brindándoles la oportunidad de tomar sus propias decisiones sobre cómo realizar las tareas.
Si bien, es normal que la microgestión se de en un proceso inicial del empleado, ya sea en capacitación o entrega de puesto, el continuo uso de esta, impide empoderar a los empleados nuevos y podrás perderte la oportunidad de conocer el verdadero potencial de tus equipos de trabajo.
Es importante que hagas conciencia sobre lo nocivo que puede ser la microgestión para tu empresa, pues a pesar de ser una solución a corto plazo, a largo plazo suele demostrar falta de confianza, lo que provoca que los empleados se desmotiven y, dejen de ser creativos, de sentirse seguros en el trabajo o que no puedan resolver problemas.
Suelta el control y confía en tu equipo para que tomen sus propias decisiones, aunque sea difícil, pues es lo mejor que puedes hacer para ayudarlos a crecer. De esta manera lograrás que el éxito comience a tener un verdadero sentido de equipo y tú puedas concentrarte en actividades mucho más estratégicas.
Equipo Comunicaciones
Fecha de publicación: 10/11/22
Si como líder, alguna vez has sentido que tienes mucho que hacer, pero sientes temor en delegar, y al hacerlo revisas constantemente lo que tu equipo hace, quiere decir que estás realizando microgestión. Esto se da porque intentas controlar y supervisar personalmente todo lo que sucede, además de cómo y cuándo se debe realizar el trabajo, con el objetivo de lograr la perfección en todas las etapas del proceso.
¿Por qué puedes estar cayendo en la microgestión?
Perfeccionismo: las personas perfeccionistas tienen estándares muy altos y suelen desear que las actividades se desarrollen de una manera puntual. No suelen tolerar los errores, por lo que les resulta muy difícil delegar, ya que puede implicar que se cometan algunos errores.
Falta de experiencia en roles de liderazgo: cuando los colaboradores son promovidos sin la capacitación y el apoyo adecuados, es posible que quieran seguir involucrados en las tareas con las que se sienten más cómodos. Puede ser difícil dejar de lado las responsabilidades anteriores para centrarse en la estrategia general.
En contraste a la microgestión se encuentra la macrogestión, en donde los líderes centran su atención en los resultados generales, sin profundizar en los detalles de cómo se realiza el trabajo. Motivando a sus equipos a participar en cada paso del proceso, delegando y brindándoles la oportunidad de tomar sus propias decisiones sobre cómo realizar las tareas.
Si bien, es normal que la microgestión se de en un proceso inicial del empleado, ya sea en capacitación o entrega de puesto, el continuo uso de esta, impide empoderar a los empleados nuevos y podrás perderte la oportunidad de conocer el verdadero potencial de tus equipos de trabajo.
Es importante que hagas conciencia sobre lo nocivo que puede ser la microgestión para tu empresa, pues a pesar de ser una solución a corto plazo, a largo plazo suele demostrar falta de confianza, lo que provoca que los empleados se desmotiven y, dejen de ser creativos, de sentirse seguros en el trabajo o que no puedan resolver problemas.
Suelta el control y confía en tu equipo para que tomen sus propias decisiones, aunque sea difícil, pues es lo mejor que puedes hacer para ayudarlos a crecer. De esta manera lograrás que el éxito comience a tener un verdadero sentido de equipo y tú puedas concentrarte en actividades mucho más estratégicas.